El pasado viernes el taller de italiano celebró un acto, como tantos otros, a los que hay que dar relevancia. El resto de la Casa tiene que conocer y disfrutar del alto grado de sensibilidad y de cohesión que ha realizado el Taller de Italiano, además de todas las actividades que vienen realizando durante todo el año. Lo primero es la entrañable dedicatoria que Manolo Pombero hace a Miguel Macias a quien desde el taller se le quiere animar y apoyar en estos momentos tan duros tras la pérdida de su madre. Posteriormente mostraron un vídeo con los tres últimos viajes de fin de curso que han realizado a Italia.
Este año han estado en Bérgamo donde han sido atendidos por un Coro Italiano que estuvo en la Casa hace unos años gracias al Coro Dominguero del Pumarejo. Llama la atención el grado del vínculo que estas personas demostraron a los doce viajeros que desembarcaron en su ciudad: los recogieron en el aeropuerto, los distribuyeron por distintas viviendas, los trasladaban en vehículos propios … y, al final, los agasajaron con una fiesta de despedida. Sorprende la potencia del recuerdo que ha generado la Casa y las personas que en ella habitan, dado que siguen pendientes e interesados por nuestra relación con el Ayuntamiento. Una vez más no somos conscientes de la cantidad de lazos que generamos entre nosotros mismos, esta vez, entre el Coro Dominguero y el Taller de Italiano y a su vez cómo repercute en la visión como una totalidad para otras personas que en Europa han perdido espacios de convivencia como la Casa, que permiten mantener formas de vida y de relaciones ya escasas en sus ciudades. No quedó la actividad ahí, a continuación repartieron 6 premios Macarroni, donde se premiaba la fidelidad, la amistad, …. o el cariño puesto al hacer las tortillas para que el taller recaude fondos, y a la pareja de enamorados que ha surgido en el transcurso de este año…. y, como no, la sorpresa que se llevó el propio profesor al ser premiado sin previo aviso por su alumnado.
Una jornada de afectos y de conocimiento, al descubrir las grandezas que nos acontecen durante un año, en tan solo una de tantas y tantas actividades como se generan en este bello espacio. La forma en la que cada alumna tiene que explicar al resto de sus compañeras un edificio, o un momento, o algo de la historia, música, costumbres culinarias… de esa ciudad, dice que no estamos ni en un viaje de turismo, ni en una academia de idiomas, …. es ambas cosas y mucho más.
Y, por fin, llegó la música y el discurrir de los cuerpos danzarines de quienes festejan que la vida siga. Y de una forma en al que todos y cada uno es importante para que fluya con alegría. Gracias por compartir y darnos pistas de la importancia de los hechos, del afecto, … Actos como los del viernes 8 de junio del 2016 dan sentido, a un año de tareas pequeñas, invisibles, …